El domingo 8 de abril, Pamplona vivirá un momento histórico, eclesial y emotivo: la imagen de San Fermín será trasladada desde su capilla en la Parroquia de San Lorenzo hasta la catedral de Pamplona. La Procesión tendrá lugar con motivo de la celebración del Año Santo Jubilar de San Fermín. Posteriormente al traslado, se celebrará la Eucaristía presidida por el Arzobispo don Francisco Pérez, y concelebrada por el Cabildo catedralicio, Abades, sacerdotes y religiosos presentes. Cantará la Capilla de Música de la Catedral.
La imagen del santo permanecerá dos días en la catedral para, en el Día de la Dedicación de la Santa Iglesia Catedral, regresar junto con San Miguel de Aralar hasta la parroquia de San Lorenzo.
En el trayecto a la catedral se vivirán momentos únicos: se cantará una jota en la calle Mayor, los gaiteros interpretarán una pieza en el pocico de San Fermín y la Cofradía Musical de San Saturnino intervendrá en la plaza del Ayuntamiento.
Antecedente en 1922
Hay que remontarse a 1922 para encontrar el antecedente a este traslado. Con motivo de la celebración del III Centenario de la canonización de San Francisco Javier llegó a Navarra el brazo del santo desde Roma.
Cabe recordar que hasta 1717, el santo se custodiaba en la catedral. Es en ese año cuando se construye la capilla dedicada en la parroquia de San Lorenzo para poner en valor la devoción hacia el copatrono de Navarra que sentían los pamploneses y navarros.
Precisamente, fue la celebración del 300 aniversario de la construcción y consagración de la Capilla de San Fermín la que motivó la solicitud por parte del Arzobispo a la Santa Sede de la concesión del Año Santo Sanferminero.
Reliquias de San Fermín
En la actualidad, se pueden ver las reliquias de San Fermín en el retablo en honor al santo situado en la girola de la catedral. La primera reliquia llegó a Pamplona en 1186 gracias al obispo de Pamplona, don Pedro de París. La segunda llegó en 1386, por mediación del rey don Carlos II de Evreux. En 1941, el obispo de Amiens trajo una reliquia del fémur derecho. La última reliquia en llegar a la catedral es una parte del cráneo del santo, donada recientemente por las monjas Mínimas de San Francisco de Paula en Ciudad Real, gracias a la mediación del arzobispo de Pamplona, don Francisco Pérez.